SONSÓN ES UNA POSTAL

En el segundo piso de una casona antigua ubicada en la parte alta de la Plaza de Ruiz y Zapata nace una postal llena de color y profundidad.  El balcón azul claro, engalanado con el rojo de las flores que lo acompañan, permite ver la niebla blanca que baja de las montañas, y una o varias chivas de colores parqueadas frente a una fachada amarilla y verde pastel conocida desde 1990 como “El Balcón más bonito de Antioquia”. 

Estamos contemplando una postal casi perenne desde una casa que lleva en pie desde 1880 y que hoy alberga el Hotel El Tesoro. De los elementos mencionados, el más sujeto a cambios es el color de las flores; los demás han sabido mantenerse en el tiempo. Sin embargo, no todos los íconos del paisaje urbano sonsoneño han tenido la misma suerte. La antigua Catedral de granito, considerada en su momento la más hermosa de Sudamérica, fue destruida en su totalidad por el terremoto del 30 de julio de 1962. Sobre sus ruinas se levantó, en un estilo más moderno y criticado por muchos, la Catedral de Nuestra Señora de Chiquinquirá

Sonsón es monumental: tiene 8 museos y es el único municipio antioqueño, junto a Medellín, que cuenta con una Red conformada desde la que se articulan. Todas estas colecciones y espacios de exhibición nos remiten a los oficios que han marcado la historia del municipio, algunos de ellos vinculados entre sí como la fragua, la talabartería y la arriería. Estos nos hablan de una tierra de emprendedores, comerciantes y viajeros. No es fortuito entonces que se le conozca como “la Meca de la antioqueñidad”, pues fue este el lugar de partida de la principal y más documentada colonización antioqueña. En los años del paso del siglo XIX al XX, Sonsón llegó a ser el segundo municipio en importancia en Antioquia. 

Es también esta la tierra que acogió al poeta Gregorio Gutiérrez González durante buena parte de su vida y lo inspiró a escribir, en 1866, su obra más célebre, “Memoria sobre el cultivo del maíz en Antioquia”. El maíz, por cierto, fue tan tradicional que dio nombre a las fiestas más emblemáticas del municipio, celebradas todos los años en el mes de agosto. 

Pero Sonsón no sólo es gigante en su historia y dinámica patrimonial y cultural, sino también en extensión: tiene 8 corregimientos y 107 veredas, y es tan diverso que en un extremo tiene el páramo, en el otro el Magdalena Medio, y en su casco urbano, a casi 2.500 metros sobre el nivel del mar y 13 grados centígrados de promedio, a Yimalá, un grupo de bullerengue ganador de varios premios a nivel nacional. Por eso, de este rincón mágico al que se suele llamar “lugar donde el tiempo se detuvo”, puede decirse que conserva sus tradiciones y que su historia se respira en cada rincón, pero a la vez abre sus puertas a nuevas propuestas.

EL CARMEN DE VIBORAL: POR AMOR AL ARTE

«Han pasado más de 100 años

de esta historia de alfareros,

una herencia que aún narran

hombres viejos y museos».

«La Cosecha», canción del grupo Nybram.

Cada lugar suele tener unos oficios representativos, pero no son muchos los que llevan asociado a su imaginario un quehacer tradicional de forma tan indeleble y simbiótica como El Carmen de Viboral. 

Todo comenzó en el año 1898, cuando don Eliseo Pareja, empresario ceramista del municipio de Caldas llega a tierras carmelitanas para fundar la Locería El Carmen. A partir de este primer emprendimiento fueron surgiendo otros que se convirtieron en modelos para la aparición de más talleres. Entre los años 30 y 50, desde aquí se llevaba loza a lomo de mula y en camiones con destino a todo el país y al extranjero. Las piezas se vendían de pueblo en pueblo, ofrecidas por pregoneros que demostraban públicamente la calidad de la loza y llegando a rincones tan alejados como la Amazonía y La Guajira.

El negocio artesanal entró en declive en la década de los 80 al quedar rezagado por la incursión de empresas mucho más grandes que empezaron a utilizar avances tecnológicos para aumentar la producción y su calidad. Aun así, algunos guardianes de la tradición artesanal decidieron persistir en su custodia y abrieron pequeños talleres que se han mantenido en el tiempo y han perpetuado un saber ya centenario que a día de hoy es seña inseparable de identidad en El Carmen de Viboral. 

A día de hoy, una buena parte del mobiliario urbano carmelitano está permeado de alguna manera por el arte ceramista, y se hace doblemente arte en las siempre bellas letras de uno de sus hijos más célebres, el poeta José Manuel Arango, plasmadas en un par de mosaicos hechos de pequeñas piezas de cerámica en la Calle de la Cerámica. Desde el año 2012, la loza carmelitana cuenta con Denominación de Origen Protegida, y en el 2020 la cerámica decorada a mano fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación por el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural. Esto es, antes que nada, un reconocimiento a los valientes que mantuvieron viva la tradición artesanal. 

Pero El Carmen no es sólo cerámica, aunque la cualidad de delicadeza y sensibilidad que implica este arte ha servido de inspiración para otros.  Es así que el municipio ha ido creciendo, por ejemplo, en su tradición gastronómica, con varios procesos vinculados al cuidadoso oficio de la siembra orgánica y del rescate de los sabores ancestrales. De esta tierra fecunda brota también la música y las artes performáticas, entre cuyos frutos podemos enunciar festivales anuales de rock, música andina y latinoamericana, poesía y filosofía, y una gran vocación teatral que se evidencia en los más de 6 espacios con programación habitual y a través de dos Festivales anuales: Carmentea, celebrado algunas veces en marzo y otras en abril, y El Gesto Noble, nacido en 1993 y celebrado en el mes de julio.

La Ceja: Una historia alojada entre montañas, leche y flores

La Ceja tiene un puñado de sellos distintivos. Uno que acompaña desde tiempos inmemoriales es la triada que componen los cerros El Capiro, El Corcovado, y Mirador de Cristo Rey, que  han visto desfilar al Cacique Payuco y su tribu, los indios Tahamíes; a la Corona Española, que llegó hacia 1541 en una expedición en la que descubrieron un valle extenso, de cristalinas aguas y verdes praderas que denominaron en principio Valle de Santamaría; también a Doña María Josefa Marulanda, que en 1820 donó las tierras en las que se construirían las primeras edificaciones de La Ceja moderna, razón por la cual es considerada como la fundadora de la localidad. Estos cerros, que como tutelares que son, custodian este municipio, siguen en firme y acompañan la nueva historia de La Ceja, llena de cultivos de flores, producción de lácteos, música y su tradición de andar en dos ruedas. 

Se calcula que más de un 60% de sus habitantes utilizan la bici como medio de transporte. Los floricultores, por ejemplo, la usan diariamente y llenan las celdas de parqueo en los cultivos de pompones, crisantemos y hortensias, destronando a carros y motos de ese lugar. En cuanto a los floricultivos, se estima que, de sus cerca de 55 mil habitantes, entre 25 y 30 mil dependen directamente de esta actividad. Los lácteos juegan también un papel importante en la vida económica del municipio, aquí se producen cerca de 70.000 litros de leche diarios. 

La Ceja es una tierra que ha visto nacer a personajes ilustres como Juan de Dios Aranzazu, político, catedrático, educador, abogado y periodista, gobernador de la provincia de Antioquia entre 1832 y 1836, y de quien toma su nombre el actual Teatro Municipal; y Gregorio Gutiérrez González, escritor, poeta y político cuya obra más celebrada es «Memoria sobre el Cultivo de Maíz en Antioquia» (1860). Su recuerdo está presente no sólo en la memoria de los habitantes del municipio, sino también en las estatuas ubicadas en la parte baja del Parque Principal, que acompañan a una tercera, la de Simón Bolivar, quien da su nombre a la Plaza. 

Tampoco podemos olvidarnos de exaltar su programa de reciclaje y manejo de residuos, reconocido a nivel internacional y del cual sus habitantes se enorgullecen. Gracias a los folletos explicativos y a la capacitación que cada año hace Empresas Públicas de La Ceja (EEPP), todos en el pueblo saben dónde va cada residuo. 

El Retiro: Cuna de vanguardias

En 1734, Ignacio Castañeda y su esposa, Javiera Londoño, llegaron al territorio que hoy conocemos como El Retiro para explotar sus abundantes minas de cuarzo. Según los historiadores, en la pronunciación de la época comenzó a cambiarse la C por la G, de tal manera que el término “guarzo” terminó por imponerse y por nombrar a su población: Guarceños. 

El 11 de octubre de 1766, siguiendo instrucciones póstumas de su esposo, doña Javiera firmó un testamento que declaraba la libertad a 140 esclavos y les cedía la más productiva de las minas que tenían en la zona. Por eso a El Retiro se le conoce como la “Cuna de la Libertad”, pues fue esta la primera liberación de esclavos de la que se tiene constancia en toda América. 

Ha llovido ya bastante desde entonces, pero de aquel suceso histórico toman su nombre las famosas Fiestas de los Negritos, las más representativas del municipio y una de las más concurridas en todo el departamento de Antioquia, celebradas todos los años los últimos días de diciembre. Estas son un recordatorio de una característica que, al parecer, ha permanecido en El Retiro a lo largo de los años, por no decir de los siglos: estar a la vanguardia. 

Lo estuvo, por ejemplo, cuando llegó hace más de un siglo la ebanistería, esa rama de la carpintería orientada a la fabricación de muebles donde, en general, se utilizan las maderas llamadas finas y exóticas. A día de hoy, hay aquí más de 100 talleres de muebles y pareciera ser que el carácter delicado y exquisito de este oficio ha contagiado a nuevos emprendedores que llegan para ofrecer atractivas y novedosas propuestas culturales y artísticas. 

El café que se produce en la zona sur del Municipio es considerado por los expertos como café de alta calidad y ya se encuentra en el mercado nacional. Actualmente, El Retiro le apuesta a la transformación del café apoyando y capacitando a los caficultores de las veredas para que sean ellos mismos quiénes tuesten el grano, creen su marca y le den ese valor agregado a su trabajo. Hoy en día encontramos más de 25 emprendedores que exhiben y venden sus cafés en el mercado campesino y en distintas tiendas del municipio. 

Y no podemos olvidarnos de su carácter musical, que encuentra su máxima representación en las famosas retretas, celebradas el primer sábado de cada mes, donde la Banda Sinfónica y otros invitados de ocasión se visten de gala para convertir el Parque Municipal en un salón de baile. 

La Unión: UN NOMBRE NACIDO DE LA JUNTANZA

Este municipio nos recibe con un nombre evocativo e invita a la pregunta por su origen. La respuesta a por qué La Unión la encontramos en 1778, cuando sus fundadores, uno de Rionegro y otro de Sonsón, donaron parte de sus tierras para levantar el primer caserío, que entonces se llamó Vallejuelo. De este primer junte y un compendio histórico de agregaciones y suma de esfuerzos nace su nombre. 

Hoy, El Morro Las Mellizas, en la Vereda San Miguel, todo un ícono por ser la montaña más alta que encontramos aquí, con 2811 msnm, se levanta como desafiando esa historia de juntanzas que dan nombre al municipio. Sus dos picos, que se miran de frente desde no sabemos cuándo, se buscan pero no se encuentran y sin embargo, dotan de gran belleza el paisaje y pueden verse desde alguna de las muchas fincas paperas que constituyen el más reiterado paisaje unitense. 

Aquí se cultivan las especies de papa capira, puracé y criolla. En la década del 2000 era el municipio con más toneladas de papa sembrada en toda Latinoamérica, por lo que el apelativo “capital antioqueña de la papa” no es casual. Sin embargo, el cultivo insignia ha ido cediendo lugar a nuevos invitados como la fresa, las flores, la uchuva, la ganadería de leche y la minería. 

En relación a esta última, La Unión se asienta sobre una gigantesca mina de caolín, barro blanco, arcilla y ceniza volcánica, materias primas que sirven de insumo a la tradición ceramista de El Carmen de Viboral. Este es uno de los pocos lugares de América Latina donde se encuentra el caolín, reconocido por las diferentes aplicaciones en que puede ser utilizado, como pinturas, papel, cerámica, pigmentos, refractarios, caucho y construcción.

El tractor es otro de los protagonistas, aquí se encuentra la mayor densidad de estos en toda Latinoamérica en relación a la extensión del territorio. Este vehículo, instaurado en la década de los 90, ayudó a fortalecer el trabajo campesino que antes era totalmente manual y a multiplicar la producción del tubérculo. Los miércoles y sábados se pueden ver en manada, pues son los días en que vienen a descargar la cosecha en el Centro de Acopio, construido por una Cooperativa de 32 paperos, que además instalaron allí una moderna planta de lavado y selección. El proceso de cosecha papera ha tomado una deriva más tecnificada y esta transformación ha permitido un crecimiento a escala de la producción, al tiempo que ha dejado en el pasado prácticas artesanales que se conservan en la memoria de los habitantes, algunos de los cuales manifiestan sentir “nostalgia del olor a papa mojada” lavada en sus propias fincas.  

¿Qué hacer en Jardín?

Solo caminar por Jardín y dejarse sorprender por el orden, las fachadas, los paisajes y los balcones florecidos de las casas ya es un tremendo plan. Sin embargo, para ir a la fija a conocer este municipio y su colorida cultura te recomendamos:

  • Basílica de la Inmaculada Concepción y Parque Libertadores: esta Basílica es considerada la más hermosa de Antioquia, fue construida en piedra estilo semi-gótico con enchapes de oro y mármol de carrara italiano, y tiene una curiosa historia alrededor de su construcción, pues se dice que fue construida a base de pecados (te contamos más al respecto en el texto sobre el Espíritu de Jardín). Además, el Parque Principal fue declarado Monumento Nacional en 1985 por ser un símbolo de la antioqueñidad.  
  • Casas Culturales:

La Casa Tomada: es la sede de la Corporación Cultural de Jardín para el fomento de las artes y la cultura. Tiene una diversa agenda de eventos como: proyección de cine de culto, veladas literarias, conciertos, obras de teatro, shows de baile y conversatorios.

Casa de la Cultura Cesar Moisés Rojas Peláez: es un bien patrimonial que conserva la arquitectura colonial española y la mezcla de materiales prehispánicos como el bahareque. Actualmente allí funciona la biblioteca municipal, un auditorio, el centro de historia, la emisora Jardín Stereo y se encuentra el Museo Clara Rojas, la casa de una de las primeras mujeres fundadoras de Jardín que ayudó en la construcción de la cultura cívica del pueblo.

  • Resguardo Emberá Karmata Rua: de la comunidad indigena Embera Chamí. También se le conoce como Cristianía, queda en la salida a Andes.  Con agenda previa, allí podrás conocer las tradiciones que hacen parte del universo y sabiduría Emberá, y llevarte algunas de sus artesanías.
  • El Jardín de Jardín: es un café y  vivero de suculentas, plantas y arte, cada uno de sus rincones tiene objetos antiguos y pinturas que complementan su decoración encantadora. En el espacio se venden artesanías, materas y obras de artistas locales, además de diferentes preparaciones vegetarianas. El postre de aguacate y el café son su especialidad.
  • Camino de la Herrera: es un  camino ecológico de Interés Patrimonial construido en 1858 por los fundadores de Jardín, un sendero de piedra de 350 metros utilizado por los arrieros, rodeado de flores. Desde allí puedes llegar hasta senderos naturales que te llevarán al Charco Corazón.
  • La Garrucha: Queda en el sector de La Herrera, es un teleférico rústico, medio de transporte para los habitantes. Es muy visitado por turistas por la vista del pueblo desde allí.
  • Mirador Cristo Rey y Café Jardín: La mayoría de pueblos antioqueños tienen un mirador con un Cristo que cuida desde lo alto el municipio. El Jardín no es la excepción, en el Cristo puedes ver el atardecer, oír el trinar de las oropéndolas y admirar la vista completa del pueblo. Muy cerca al Cristo está Café Jardín, una casita café mirador, que vende productos de café de origen y en donde que hay un letrero grande que que dice: “ <3 JARDÍN”.
  • Parque Natural Jardín de Rocas: un lugar de conservación del Gallito de las Rocas. Desde aquí se puede avistar el Gallito de Rocas en su ambiente natural, muy cerca del parque principal.
  • Senderismo natural: Hay varios atractivos naturales en Jardín, muy cerca  está la Cascada del Amor, una caída de agua donde los enamorados se hacen fotos y el Charco Corazón, un balneario con rocas que forman un corazón. Un poco más lejos, a unas dos horas de camino, está la Cueva del Esplendor:  una cueva rocosa natural a través de la cual cae una cascada. También, a cinco kilómetros de la cabecera municipal,  se encuentra otra cascada alrededor de una cueva donde habitan los Guácharos:  La cueva de los guacharos.

No te vayas sin probar…

Consulado vegetal: Es un restaurante 100% vegetal que quiere llamar la atención sobre los impactos de nuestros modelos de abastecimiento alimenticio y la nutrición sostenible. Está ubicado en el hotel (sostenible) Plantación. Recomendamos el trago saludable de jengibre prensado en frío con limón y el tazón de granola.

Revolución Bananera: Un restaurante, ubicado en la vereda La Salada, para los amantes del plátano en todas sus presentaciones. Uno de sus productos estrella es el ChimpBanana Power Barra una golosina saludable elaborada artesanalmente con banana deshidratada, mantequilla de maní y chocolate. También venden comida casera vegetariana y cuentan con una huerta pedagógica para la permacultura.

Bon Appetit: El menú ofrece una variedad de sabores italianos, orientales y mediterráneos, además de vinos y postres deliciosos, generalmente hay música en vivo. Su dueño es un ruso que está siempre dentro de la cocina, porque le encanta que todo tenga su toque. Recomendamos las pastas de mariscos.

Café Europa: un famoso café internacional, de un alemán y su esposa jardineña. Queda en el parque principal al lado de Macanas y la Basílica. Venden pizzas artesanales muy ricas.

Macanas: Es un café repostería ubicado al lado de la Basílica. Para los turistas que buscan buenas fotos este es un infaltable, tiene muros decorados con fotos de cafeteros y macetas de colores. Recomendamos desayunar aquí y pedir una cazuela de pandequeso y un café de origen de la casa.

Dulces del Jardín: de los mismos creadores de Café Macanas y una decoración igual de espectacular, en este lugar producen, preparan y comercializan dulces típicos de Jardín como arequipe de moca, de flores o de arracacha. Se lleva el primer puesto de los sitios turísticos más visitados en Jardín.

Taberna Maria Gitana: frente al parque principal, está decorado con antiguedades que cuelgan del techo, muros parlantes y escritos de frases gitanas… y como es un bar, entonces no queda de otra que pedirse un shot de ron o un café “envenenado” con licor.

Trucheras La Argelia y Montemar: el plato esencial de Jardín son las truchas recién pescadas en las trucheras veredales. Allí puedes pescar la misma trucha que te vas a comer.

Cocoa Café Francés: es un café de dos franceses que llegaron a Jardín, aunque más que productos franceses, venden un gelato italiano delicioso. Además las galletas de las conchas, o conos como les llamamos los colombianos, son un gustito delicioso, las prensan a mano y a vista de todos.  El de limón y chocolate es nuestro favorito.

la Casa de la Mazamorra: Ubicada a unos pasos de la garrucha en la vereda La Herrera, venden mazamorra pilada y en fogón de leña con panela. Si están de suerte los recibe Don Pedro, el papá de este emprendimiento familiar,  con una serenata a guitarra.

¿Dónde te puedes hospedar?

Hotel Plantación:

Es un hotel sostenible dentro del casco municipal, en busca de la reducción de la huella ambiental de los viajeros. Las habitaciones tienen diseños hermosos e impecables.  Sus dueños son una pareja de esposos paisas que construyeron su propio Manifiesto de sostenibilidad en el que hacen parte al huésped de su filosofía de cuidado, consciencia y respeto por el medio ambiente. Tiene energía solar, toallas de fibra pura de algodón que reducen el gasto de agua en el lavado, amenidades recargables, un reloj para contar los minutos en la ducha, baldes para recolectar y reciclar el agua, bolsos ecologicas para que los huéspedes, al visitar comercios, no acepten bolsa, un restaurante a base de plantas que se nutre de su huerta propia, entre otras cosas.

Hotel Casa Nativo: es un paraíso escondido en el que deberás olvidarte de la rutina y prepararte para la desconexión, incluso desde su misma entrada a la que sólo puedes llegar caminando durante 15 minutos. Las habitaciones son de lujo y cuentan con vistas panorámicas verdes muy bellas. Tienen un restaurante en el que venden platos sabrosos y frescos. También ofrecen paseos por senderos naturales.

Casa Passiflora: Es una casa colonial y hotel boutique con habitaciones lujosas, ubicado en el casco municipal. Es especial para parejas, tiene una zona exterior con jacuzzi y un restaurante internacional Óleo Bistró,  con servicio de bar y licores nacionales e importados.

Casa Isabel: A media cuadra del parque principal, las habitaciones son muy cómodas. Este hotel es perfecto para quienes prefieren estar cerca de todo.

Gulupa Ecolodge:  Un pequeño Ecolodge ubicado a las afueras del casco municipal, cerca al Cristo Rey. Solo tienen 2 habitaciones que cuentan con deck privado, un hidrospa y unas mallas o hamacas gigantes para apreciar la vista. Además como actividad de aventura,  a la que pueden acceder huéspedes y visitantes,  tienen una plataforma de 20 metros y dos puentes colgantes alrededor de los árboles.

¿Qué hacer en Jericó?

Estas son nuestras visitas recomendadas por Jericó:

  • CarrielArte  y Agudelo Marroquinería: Ambos son locales de confección de carrieles de la familia Agudelo que lleva más de un siglo haciendo carrieles. Recordemos que el carriel es patrimonio de Jericó… En Agudelo Marroquinería podrán conocer a Rubén Agudelo, ganador del Premio Nacional a la Maestría Artesanal y en CarrielArte  a Santiago Agudelo, un abogado que además de contarte la historia del carriel, te explicará cómo logró que Jericó recibiera una exaltación nacional como municipio que conserva la tradición del carriel.  
  • Museo Maja- Museo de Antropología y Artes: es uno de los museos más importantes de Colombia para la conservación, pedagogía, investigación y exhibición de las diversas manifestaciones de la cultura, el arte y la memoria.  Le llaman también: “el ágora de Jericó”. Hay un auditorio, varias salas de exposiciones permanentes y temporales en las que han estado las obras de artistas como Andy Warhol, Débora Arango y una sala para viajar al pasado, con muestras arqueológicas de los asentamientos indígenas que habitaron esta tierra.
  • Casa Santa Laura y el Museo de Arte Religioso: para los curiosos de los temas de la devoción, la historia y la fe, recomendamos ir a conocer la casa de Laura Montoya, la única santa colombiana. Puedes pasar por su santuario y una habitación dedicada a contar sus milagros y su obra en vida con las comunidades indígenas en la selva del Urabá. También, el interior de la Catedral Nuestra Señora de las Mercedes, cuenta con un Museo de Arte Religioso en el que se exhiben piezas como la imagen de La Virgen de las Mercedes, elaborada en 1698 y el Santo Sepulcro, fabricado en 1900.
  • Taller del artista Jota Peláez: es el escultor en piedra más reconocido de Jericó, frente a la Catedral principal se puede ver una de sus obras, en las que son predominantes las figuras de lagartijas.  Su taller queda a una cuadra del parque.
  • Teatro Santamaría: construido entre 1925 y 1929, es un tesoro arquitectónico de Antioquia. En sus instalaciones tiene una platea para 374 personas, un salón multifuncional, un salón de proyecciones, y una sala de danza  (aquí también funciona la Casa de la Cultura).
  • Morro El Salvador y el teleférico: imperdible la caminata hacia el cerro del Cristo para ver la vista de todo el casco municipal, se puede subir atravesando el Jardín Botánico y utilizando de vuelta el teleférico.
  • Bomarzo: el centro de cultura y turismo de Jericó, que además es un hostal para artistas que orientan talleres formativos que apuestan a la potencialización del espíritu artístico de los jericoanos; galería de arte y restaurante Casa Isabel, , en una una casa antigua de dos pisos llena de curazaos florecidos que adornan las fachadas.
  • Parque Natural Las Nubes: esta reserva ubicada a 2.400 m.s.n.m, cuenta con 4.200 hectáreas de extensión y 30 kilómetros de senderos que te conectan con la naturaleza, en el ecosistema de bosque de niebla. Es el hábitat perfecto para tener contacto con la fauna y flora silvestre local.
  • Ecoland: para volar en parapente por los paisajes extraordinarios del suroeste antioqueño.                
  • Riverside: Es el primer coworking rural y hostal de Jericó, construido en guadua, hierro y vidrio. Tiene un diseño ecológico y una vista increíble del paisaje Jericoano. Puedes pasar por allí a trabajar con tu pc, tomarte un café o una cerveza.

¿Qué probar?

Dulces El Jericoano: el cardamomo es una de las semillas que más se produce en Jericó y en esta dulcería vas a poder encontrarlo en todas sus presentaciones: confites, bombones, café y semillas sueltas.

Pizzería de José: más que por la pizza (que también es muy buena), les recomendamos este lugar porque allá venden el centenario postre jericoano que es más rico mientras más se añeja en la nevera y que pocas familias siguen haciendo; un postre de siete capas, toronja, papaya madura y verde, piña, coco, brevas caladas, arequipe y bizcocho remojado en ron y vino.

El Mesón del Poeta: es un espacio con una decoración muy bella, un patio y un segundo piso. Aquí venden el plato insignia de Jericó: lomo de cerdo jericoano, con aguacate, y salsa de gulupa y cardamomo, todos productos de la economía agrícola de Jericó.

La Comedia:  es un restaurante y café bohemio ubicado frente la iglesia del Santuario de la Madre Laura, decorado con objetos antiguos y una oferta de comidas y bebidas deliciosas: vino caliente con canela, montaditos de queso asado, sanduches ibéricos y de mar.

Café Don Rafa: es un café familiar de productores de café de la vereda Guacamayal, en todo el parque principal de Jericó. Sus productos cafeteros son muy buenos, y los palitos de queso con mermelada de moras, inolvidables.

Casa Arte Único: es una casa que visibiliza el trabajo de artistas emergentes con habitaciones dispuestas para artistas que exponen y venden sus obras, y en el centro un restaurante y espacio de eventos. Importante que no te vayas sin probar su cerveza artesanal.

¿Dónde te puedes hospedar?

El despertar: es un hotel boutique que queda en una casona colonial con una vista hermosa, a 150 metros del parque. Cada habitación tiene una decoración diferente y especial con nombres de las veredas de Jericó. Tiene Jacuzzi, sala de masajes y terraza para tardear.

Casa Santamaría: es un hotel boutique en una hacienda campestre. Aquí te sientes de verdad como en casa, las habitaciones son muy bellas y cómodas, puedes desayunar en mesas exteriores con arcos naturales de enredaderas y curazaos, además tienen bar  y varios jardines.

Azulado: está inspirado en el diseño nórdico y se mezcla con el estilo colonial de las casas de  Jericó. En sus habitaciones y decoración, predomina el azul.

¿Qué hacer en Urrao?

Urrao tiene una riqueza natural y cultural inigualable en sus más de 2.500 mt2 de extensión, por eso tenemos para ti este listado de imperdibles:

Atractivos culturales:

  • Casa Juvenil:  frente al Parque Paraíso es el espacio con murales de artistas en su exterior, que congrega colectivos de arte, circo y  música como Casi que Arte, el Circo sin Carpa, Ritmos de mi Tierra. Buscan fortalecer la juventud y la cultura del municipio.
  • Farmacia La Samaritana. La primera farmacia de Urrao que aún presta servicio, tiene en su interior los tubos de ensayo, frascos de vidrio, aceites y fórmulas con los que se hacían los antiguos remedios, también antiguas calculadoras y fotos que hacen parte del acervo histórico del municipio.
  • La Posada del Arriero:  la posada es atendida por Oscar Urrego un arriero de toda la vida que si le pones conversa, puede contarte cuentos acerca de la cultura arriera en Urrao y mostrarte su carriel que tiene más de 100 años y los secretos que guarda en él.
  • Escuela de música Maestro Humberto Elias: esta escuela es en honor a  Humberto Elias, un personaje muy representativo para el municipio, es pintor y escultor, tiene obras en Europa y Estados Unidos y aún hoy vive en Urrao. Ha sido muy generoso donando una gran cantidad de murales, monumentos y esculturas por todo el casco municipal. En la escuela puedes ver una de sus obras que con el viento produce sonidos y también entrar a sus instalaciones para escuchar los ensayos de la banda.

Planes naturales:

  • Reserva Natural Colibri del Sol: Es el área de conservación de la Fundación ProAves que cuida y protege alrededor de 371 especies de aves, entre las que está el Colibrí del Sol, una especie endémica de Urrao, además de una gran muestra del ecosistema de bosque de niebla y páramo.  Queda camino al Páramo del Sol.
  • Orquideorama de Nacho: Ubicado en el casco municipal específicamente en la casa de Ignacio. Allí se pueden encontrar cerca de 1400 especies de orquídeas diferentes, todas recolectadas por él en una labor que lleva unos 40 años, desde que coleccionó su primera orquídea.
  • Cerro El Pesetas: es el cerro más cercano al casco municipal, se llama así porque fue comprado con una moneda de 1 peseta.  Tiene una vista privilegiada del río Penderisco y suele ser un punto de peregrinación con 14 estaciones muy visitadas por devotos.
  • Senderismo al Cerro Escubillal: este Cerro hace parte del patrimonio natural y cultural de los urraeños, allí se dio una de las batallas dirigidas por el Cacique Toné y en toda la zona hay importantes hallazgos arqueológicos indígenas.
  • Aventura en el río Penderisco:  Puedes sumergirte en este río con forma de culebra al que nombraron “La firma de Dios”  haciendo actividades de rafting o tubbing.
  • Trekking al Páramo del Sol: Este páramo tiene una de las mayores alturas en Antioquia con 4.080 m.s.n.m. y es el hogar natural del oso de anteojos.  Para recorrerlo necesitas un aproximado de 3 días, en los que puedes acampar en los refugios del páramo. Debes tener en cuenta que esta caminata tiene un nivel de exigencia elevado.

No te vayas sin probar…

  • Queso dulce urraeño: el queso dulce y el quemado son una receta típicamente urraeña que solo conservan 7 familias. Si vas a visitar la fábrica de Duquesos o la de   Guzmanes puedes conocer el proceso de elaboración de los quesos y obviamente degustarlos.
  • Chiroso Café: el café chiroso es una denominación de café de origen ganador de la Taza de Oro de cafés especiales de Colombia, puedes ir a probarlo en Chiroso Café, un espacio con mucho encanto.
  • Ecotienda: es una tienda de alimentos orgánicos y “restaurante de comida reconfortante”.  El jugo más vendido es el de aguacate en leche, también la limonada de café y la de aguacate.
  • Arepas de chocolo: en la plaza de mercado venden unas arepas de chocolate con queso y  chocolate muy famosas. Puedes ir y preguntar por  “Las Malucas”, te dirán cuál puesto es.
  • Restaurante Hotel Las Araucarias: Las Araucarias es un reconocido hotel con un restaurante abierto, venden una cazuela muy recomendada y de postre paletas de aguacate, cacao y queso dulce.
  • Equilibrio: queda en un extremo del parque principal en un balcón de un segundo piso. El chocolate con queso que ofrecen es de verdad una delicia. La taza es monumental y el queso se derrite suavecito en la boca.

¿Dónde te puedes hospedar?

  • Hotel Colonial: es uno de los hoteles más tradicionales del municipio, ubicado en el parque principal, es muy cómodo y limpio y cuenta con un restaurante típico muy rico.
  • Finca Hotel Las Araucarias: es un hotel campestre a 6 kilómetros del parque. El espacio tiene unos jardines hermosos y coloridos, y está comprometido con la conservación de los recursos: cuenta con agua potable, calentadores solares y lámparas solares.

¿Qué hacer en Támesis?

Estos son nuestros recomendados para conocer Támesis, como todo un tamesino:

  • Tienda Mixta Los Abuelos: es una tiendita de antaño adornada con espejos y guitarras, semanalmente allí se reúnen agrupaciones musicales campesinas y abuelos artistas, agarran sus guitarras y forman la fiesta.  
  • Museo Arqueológico Cartama: allí se conservan vasijas, instrumentos de piedra, petroglifos, vestigios que dan cuenta de las formas de vida de los pobladores prehispánicos de Támesis.
  • Jardín Botánico: a la entrada del Jardín se puede ver el petroglifo más cercano al casco urbano, en él también está el Sendero Patrimonial al Cristo Rey, la cascada La Peinada, y los organales.
  • Camino prehispánico: es un camino que tiene aproximadamente 500 años, del período antiguo a la colonización,  lo construyeron los indígenas Chamíes con rocas de diferentes tamaños y es muy resbaloso porque se hizo para caminar descalzo, tanto que ni las mulas lo pueden atravesar. Por este camino también se puede subir al cerro Cristo Rey.
  • Ruta de petroglifos y organales:  son atractivos imperdibles por senderos naturales y ancestrales.  Hay operadores turísticos que ofrecen rutas de petroglifos, están por todo Támesis, y es mejor verlos de noche. Los organales están ubicados en la vereda San Antonio, son los más grandes de Colombia con una extensión de 5 kilómetros.  Las rocas que lo conforman son de origen volcánico.

 Casas de valor histórico:

  1. Casa de la Salud San Juan de Dios: allí está prohibido el blanco hospital, los pacientes se sienten como en casa, las habitaciones están llenas de color, la de los niños parece una casa de muñecas, la de las madres tiene cunas y rosas, y su proposito es innovador: cuidar de la salud y no de la enfermedad.  Tiene gimnasios, muros de escalada y programas de medicina preventiva para adultos mayores.
  2. Casa de la Cultura: una casona hermosa construida por el arquitecto Agustín Goovaerts, el mismo que construyó el Palacio de la Cultura de Medellín.
  3. Támesis Tv: un canal de televisión, radio y prensa comunitaria e independiente que se ha ganado varios premios y un India Catalina. Desde allí se comparte, sin sesgo, lo que sucede en el territorio y han permitido el acceso a internet, telefonía y medios a la ruralidad.
  4. Centro de Emprendimiento Rural: en esta casa varios campesinos emprendedores, con el fin de fortalecer la productividad rural,  venden sus productos únicos.  Se encuentran las famosas colaciones, los dulces de anís, cacao y café.

No te vayas sin probar…

  • Dulces del Centro de Emprendimiento Rural, en especial las colaciones, los chocolates, los dulces de anís y confites de café con miel que tienen una tradición de más de 50 años.
  • Chocolatina en casa de Oscar Escudero: a dos cuadras del parque Oscar, vende y produce chocolatinas deliciosas. Puedes entrar a su casa que es hermosa a comprar sus productos y si le preguntas te muestra su proceso de creación en su cocina.
  • Mazamorra de Saque la Olla: un personaje del pueblo que sale en su moto a vender mazamorra deliciosa acompañado por un altavoz que reparte trovas.
  • Papas de pecos: en los toldos de la plaza principal venden papas tradicionales y criollas fritas, muy apetecidas por los habitantes de Támesis.
  • Pizza en Pizza Bella: es un espacio en un segundo piso, muy agradable con decoración hermosa y unas pizzas deliciosas. Recomendamos la de queso de búfala y vegetales.
  • Sanduches en el Mirador del Ciprés: Saliendo de Támesis hay un mirador perfecto para tardear, mirar al horizonte y comerse uno de sus sanduches con salsa cubana.
  • Un tinto en café de la OMCE: es la sede de la Organización Multisectorial Campesinos Emprendedores y su esfuerzo de crear un café diferenciado y con historia cultivado desde los 1.650 m.s.n.m.
  • Mulata resto: Para salidas nocturnas, el espacio es muy cómodo,  tiene agenda cultural con días de cine y música en vivo. Además de su menú, ofrece cocteles, shots y sangrías muy ricas.
  • Balcón de Colores: Tiene una vista de 180 grados al valle del río Cartama y el cerro Cristo Rey, queda ubicado en un Spa, venden café de origen y crepes dulces y salados.

¿Dónde te puedes hospedar?

  • Acantos: es un hotel campestre, rodeado de un ambiente natural y habitaciones estilo finca.
  • Monte Mágico: está ubicado por el camino prehispánico, así que sólo puedes llegar allí caminando, es un lugar creado para la desconexión de la rutina y la conexión con lo natural.  Tiene opciones de alojamiento en cabañas temáticas, un restaurante y un spa, y ofrecen planes de aventura.
  • Cetro: Es un hotel boutique rural con una vista increíble a los Farallones del Citara, tiene piscina, asoleadoras, chimenea exterior, bar, restaurante italiano y un café.

¿Qué hacer en Venecia?

Venecia está cargada de historia natural y cultural, así que para conocerla y recorrerla sin perderte nada vamos a dividir esta recomendación en dos etapas:  

  • El Cerro Tusa:  

El Cerro Tusa es la pirámide natural ascendible más alta del mundo y uno de los  símbolos culturales e históricos más importantes del municipio. Para conocerlo hay que empezar desde el centro urbano en el Museo Cerro Tusa Zenufaná, donde está contada la historia de su formación y evidencias de sus más antiguos pobladores. También si pasas por el parque principal  vas a ver una escultura llamada la Cara de la India, una interpretación de la Diosa del Espejo del Cerro Tusa,  formación rocosa con cara de mujer adorada por los indígenas. Por último: la caminata al cerro, en la que  antes de conquistar la cima (a 1850 ms) puedes recorrer su base que guarda varios misterios naturales y ancestrales, entre ellos sus senderos llenos de vestigios indígenas, la Diosa del Espejo, la silla del cacique, un altar de sacrificios o una roca lluviosa y abrazable.

  • Conocer la historia del municipio a través del arte:

La Calle de los Murales: con catorce murales extendidos a lo largo de la calle Sucre, creados por 9 artistas antioqueños que narran los procesos sociales, históricos y culturales del municipio. Vas a ver a través de murales la historia de la finca de Amalia, una de las mujeres más importantes de Colombia dueña y creadora de la primera finca cafetera del país, o la llegada del escritor León de Greiff a Bolombolo.

Casa de la Cultura: una casa colonial hermosa, llena de rincones coloridos donde tiene sede la Escuela de Música, la Biblioteca municipal, la Escuela de formación en danza y la sede del Centro de Historia. Aquí se desarrollan procesos en pintura, baile urbano, poesía y danza.

Templo de San José: es el segundo templo en adobe más grande en Antioquia después de la Catedral Metropolitana de Medellín. También declarado santuario por el Papa Francisco.

  • No te vayas sin probar esto:

La Graciela, tienda de café: Venecia es un municipio de tradición cafetera, entonces no te puedes ir sin probar su café. La Graciela tiene uno de los cafés de origen más ricos del municipio muy cerca al parque.

También en su restaurante La Graciela, cocina y café de origen (a unas cuadras del café) cocinan  el plato insignia del municipio: La Montaña Sagrada, construido en conjunto por las cocineras y cocineros de los restaurantes locales del municipio, en un programa liderado por @antioquiaesmagica. Su receta, en la que todos los ingredientes son cultivados directamente por los agricultores del municipio, la compone unas ruedas de cerdo encostrado en salsa de café: que asemejan a las monedas de la finca La Amalia, una de las fincas cafeteras más importantes de todo el país. Luego, una hoja puntiaguda de bijao en homenaje a su Cerro Tusa en la que hay un puré de plátano maduro. Lo acompañan unos buñuelitos de yuca y queso campesino y verduras.

Rústico: en el Pasaje Peatonal de Los Artistas, se ubica este restaurante parrilla con varios ambientes, velas y una decoración muy linda.

Crisálida– La Lupe: el atrio de la iglesia concentra la mayor oferta gastronómica de Venecia, un infaltable sin duda al pasar por allí es comer el maduro con queso de Crisálida o los taquitos de La Lupe.

The Pub: este es un bar íntimo con sillas exteriores e interiores, que ofrece cervecería propia artesanal deliciosa.

La torta de pescado es muy reconocida en todo Venecia ya sea en el  restaurante Don Lalo en Bolombolo, o en Pollos Mario (aquí nació la franquicia de pollo asado tan conocida en el departamento) , en el que su producto estrella, a diferencia de lo que todos piensan,  no es el pollo si no la torta de pescado.

¿Dónde hospedarte?

Cerro Tusa Springs es un hotel ecológico ubicado en la vereda Cerro Tusa, tiene una vista privilegiada de la pirámide Tusa, que puedes ver desde todas las instalaciones y preferiblemente desde adentro de su piscina calentada a través de un sistema artesanal que capta el calor del sol. También puedes recorrer sus senderos naturales y manantiales, que tienen como propósito que sus huéspedes se reconecten con la mamá Pacha. Y si ya tienes hotel puedes ir allí simplemente a pasar el día y disfrutar de los manantiales, piscinas y cocina orgánica.

El Granja del Café es un hotel con gran capacidad y una arquitectura colonial que te transporta un siglo atrás. Tiene una granja experimental de café del Comité de Cafeteros de Colombia y el Centro Nacional para la Investigación del Café, y ofrece experiencias cafeteras allí adentro.

Carmonía del Bosque, allí parece que te hospedas en una finca colonial. Sus habitaciones son muy cómodas  y son visitada por varias especies de aves, tiene piscina al aire libre y jardínes para explorar.

Hotel La Divisa que tiene ese nombre porque tiene una divisa hermosa del cañón del Cauca, la quebrada Sinifaná y el Cerro Tusa.