Más allá de la religión, ¡la cultura es tradición!

Descubre la riqueza cultural de Antioquia durante la Semana Santa, explorando las tradiciones en pueblos como Sonsón, Jericó y Santa Rosa de Osos. Un viaje que va más allá de lo religioso y permite explorar la esencia misma de la tradición y la comunidad en estos encantadores destinos antioqueños.

Sonsón

Con más de 200 años de historia y cultura, es normal que sea conocido cómo La Cuna de la Antioqueñidad, este pintoresco pueblo ofrece una experiencia inigualable; desde sus hermosos paisajes hasta su exquisita gastronomía y sus antiguos templos como la Parroquia La Catedral, San José, del Carmen y el Santuario de la Valvanera. Sonsón tiene mucho que ofrecer para aquellos que desean experimentar la auténtica vida antioqueña. Además, de los lugares emblemáticos mencionados, no puedes perderte la oportunidad de recorrer sus calles y descubrir el balcón más lindo de Antioquia; dicho así por los mismos visitantes.

Durante la Semana Santa, Sonsón cobra otra vida con celebraciones religiosas y festividades culturales que reflejan la profunda devoción de sus habitantes, devoción de la que puedes hacer parte como participante u observador. Pero Sonsón no solo es historia y tradición, también es naturaleza y aventura. Sus alrededores ofrecen una variedad de actividades al aire libre, desde senderismo en la Reserva Natural Cerro Bravo hasta la observación de aves en el Parque Ecológico Piedras Blancas.

Con un tiempo de viaje máximo de 3 horas desde Medellín, te recomendamos planear una estancia que incluya amanecer en los acogedores hospedajes que ofrecen casas típicas de pueblo antioqueño. ¡Ven y vive la Semana Santa en Sonsón, un destino lleno de tradición y autenticidad.

Jericó

Cuna de La Madre Laura, primera santa de Colombia. Este municipio es referente de fiestas religiosas o Semana Mayor; para muchos un tiempo de oración y para otros de meditación, reconexión consigo mismos y con la naturaleza. Jericó ofrece el escenario perfecto para todo lo anterior, para lo que podríamos llamar una «caminata sobre las nubes», con vistas que algunos llamarían: celestiales.

Te sugerimos embarcarte en esta ruta y quedarte amaneciendo de un día para otro, porque una vez que comiences a explorar, querrás prolongar tu estadía en este pueblo conocido por sus casas de colores, paisajes imponentes y un tour imprescindible para los amantes del café, o aprender el arte ancestral de hacer carrieles. Al final de tu estadía entenderás porqué se le conoce como el Atenas del Suroeste

Adentrarse en Jericó es deleitarse arquitectónicamente con los 17 templos y recintos sagrados que narran la historia de la fe y la devoción de generaciones pasadas. Más allá de las creencias religiosas, la arquitectura y la historia de estos templos son dignas de admiración y es hermoso ver cómo los habitantes preparan las congregaciones en la plaza y calles del colorido pueblo.

Santa Rosa De Osos

En 1792, surgió con el nombre de Villa de Nuestra Señora de los Osos, transformándose posteriormente en 1811 en Santa Rosa de Osos, alcanzando el estatus de municipio en 1814 bajo las disposiciones del dictador Juan del Corral. La denominación actual del pueblo, Santa Rosa de Osos, rinde homenaje a la memoria de Santa Rosa de Lima y a los osos de anteojos que una vez poblaron la región.

Esta tierra es famosa por sus atarcederes, caracterizada por su clima frío, acoge a sus visitantes con una calidez inigualable, mientras sus habitantes se enorgullecen de compartir su cielo. De hecho, la reputación de estos atardeceres es tal que se han instituido las celebraciones conocidas como las «Fiestas del Atardecer».

En Santa Rosa de Osos, la Semana Santa es más que una celebración religiosa; es un tiempo para conectar con las tradiciones arraigadas en lo más profundo de la cultura antioqueña, mientras se disfruta de la compañía de amigos y familiares. Es un momento para renovar la fe, celebrar la vida y honrar las tradiciones que han dado forma a esta tierra única y acogedora. La música, el chorizo, el pan de quesos y el café, son solo algunas de las delicias que caracterizan a Santa Rosa de Osos y que deleitan a los visitantes en cualquier momento. Sin embargo, durante la Semana Mayor, estas tradiciones adquieren un nuevo significado, ya que los feligreses se agrupan para disfrutarlas en compañía de la fe y la devoción.