Lo emocionante de poder entrar al “paraíso” es que no es una meta sencilla, requiere determinación, voluntad y una capacidad que solo tienen algunos: maravillarse con el todo. A Urrao lo nombraron el “paraíso escondido”, escondido no solo porque es uno de los municipios más lejanos del suroeste, también porque muchos años de guerra nos distanciaron de visitar sus hermosos paisajes y recorrer su potencial étnico, cultural y sobre todo: natural.
Volviendo al asunto del paraíso. Llegar a Urrao se siente como llegar al cielo: nos recibe un paisaje de montañas abrazadas por las nubes y atravesadas por las curvas perfectamente delineadas del río Penderisco al que llaman “La firma de Dios en la tierra” (se ve espectacular desde el Cerro El Pesetas: uno de los cerros más cercanos al casco urbano) … y si el río es la firma, el Páramo del Sol, con 4080 msnm sería el canal de conexión con el edén, porque es la montaña que más cerquita lo puede tener.
Inmediatamente después de llegar al paraíso y observar el paisaje verde y curvilíneo, la imagen siguiente es la de las cientas palomas del parque principal que son vecinas de la iglesia y de la escultura del Cacique Toné, el gran libertador y rebelde indígena Embera que se enfrentó a la artillería militar de los colonizadores españoles con pura astucia y estrategia. Es uno de los precursores de la libertad de América, desde una concepción ideológica y política que defendía la vida, la naturaleza y la soberanía. En el municipio hay una semana de junio dedicada a recordarlo y festejarlo… Fueron los emberas de la comunidad del Cacique, quienes nombraron a Urrao como Xundabé, en su lengua significa: Refugio de palomas. Aún hoy habitan en el territorio 3 resguardos indígenas de los Embera Dobida y Eyabida: Majoré, Andabú y Valle de Perdidas.
Para visitar Urrao hay que liberar tiempo en la agenda y viajar sin premura. Urrao queda a 131,3 km de Medellín (que pueden ser cruzados en avión) y es el municipio con mayor extensión de Antioquia con 2.556 km2. Casi roza al Chocó y tiene todos los pisos térmicos desde los 100 msnm hasta los 4080 msnm con el Páramo del Sol, uno de los más altos y con más riqueza hídrica a nivel mundial, para visitarlo se necesitan al menos 3 días. Lo circunda una reserva forestal de 166.000 hectáreas de bosque natural, en donde se encuentran especies de orquídeas únicas y animales como el oso de anteojos, monos aulladores, marimondas chocoanas, nutrias, guaguas, tigrillos, aves como el colibrí del sol y la mayor variedad de ranas en el mundo.
A la flora y fauna se le suma la vocación agrícola y tradicionalmente heredada de los habitantes del municipio, los cultivos de granadilla y gulupa, el café Chiroso que es denominación de origen, el aguacate en su versión paleta, jugo y limonada, y el queso dulce y quemado, una receta típicamente urraeña que solo conservan 7 familias.
Urrao es tierra de expedicionarios: indígenas, sembradores y arrieros que se enfrentaron a una geografía lejana y diversa para poder instalarse en el paraíso escondido donde viven las almas de los que encuentran gozo en la manifestación de la abundancia de la naturaleza.